La pandemia mostró que responder bien no es solo velocidad, sino comprensión, usando datos para decisiones más justas.
A pesar de capacidades técnicas, brechas estructurales y territoriales limitaron el impacto de la respuesta.
Las medidas de supresión iniciales fueron cruciales, ya que el sistema de salud habría colapsado con un Rt > 3 y 5.000 camas UCI disponibles durante la primera ola.